¿Caprichos o cosas claras?

Preferir no trabajar a hacer algo que no te satisfaga, puede entenderse como capricho.

Para la generación de los llamados «Baby Boom» que siempre han hecho lo que se esperaba de ellos, lo que tocaba hacer, que han hecho carrera dentro de una misma empresa, es impensable el planteamiento de no hacer algo que no te permite disfrutar.

Esto ha cambiado, han llegado los llamados Millennials, una generación «disfrutadora», que busca trabajos que les satisfagan, que les permita desarrollar el talento, que se escuche su opinión. Necesitan que las cosas pasen y que lo hagan ya, son impacientes, poco arraigados a organigramas y horarios. En contrapartida, son la generación más preparada que ha tenido España, son personas con ideales e ilusión, les gusta crear y prefirieren disfrutar en el camino que llegar a una meta, no buscan un status, les gusta cooperar, creen en organizaciones realmente comprometidas con la sociedad.

Si el marketing se ha visto obligado a cambiar por el inconformismo y exigencia de esta nueva generación, el entorno laboral también está condenado a hacerlo, tener un contrato indefinido no es motivación, las empresas deben tener en cuenta que sus empleados están dispuestos a ganar menos por hacer lo que realmente les gusta, ya han quedado atrás las costumbres, se mueven por apetencias, necesitan entornos nuevos tanto como el aire para respirar, buscan procesos experienciales y les encanta el aprendizaje activo.